Cuando llega la hora de jubilarse uno no sabe bien qué hacer con su tiempo. Estuve toda la vida haciendo un trabajo físico como es el de Fontanería/Calefactor y ahora me tocaba un merecido descanso, al menos del duro trabajo.
Supongo que si hubiera sido un economista podría seguir dedicándome a ello en mis ratos libres, porque no desgasta tanto y aunque yo también podría hacer alguna chapucilla lo cierto es que mi espalda no tiene más ganas.
Mi mujer decía que tenía que buscarme un hobby además de ir a por los nietos y en ello estaba. Llegó junio y era el momento soñado, poder irme de vacaciones a principios de mes con tranquilidad a la playita.
El tener tres meses de tranquilidad en la playa era algo con lo que soñaba y lo disfruté como un niño, más cuando tienes unos nietecitos con los que jugar en la playita y puedes dar largos paseos con la familia.
Mis vecinos de al lado son muy buena gente y todos los años en su chalet tratan de hacerle alguna mejora, yo sin ir más lejos estuve currando algunos veranos en sus baños y en la calefacción, ya que ellos viven allí todo el año y querían no pasar el frío húmedo que hace en la playa los meses de invierno.
El caso es que tomándome unas cañitas con el vecino y comentando el tema de mi interés por encontrar un hobby me dijo que su hermano le había dado por la cerámica y le relajaba mucho.
Me puse a buscar en internet y vi una página interesante, Cerámica para arquitectura que además está en la Comunidad Valenciana donde resido. Lo interesante es que daban conferencias y talleres así que me puse como objetivo asistir a una conferencia cuando volviese de vacaciones en septiembre.
Llegó septiembre y fui a una conferencia que me descubrió el mundo tan grande que hay detrás de la cerámica y no dudé en apuntarme a sus talleres. Ahora, unos meses después puedo decir que ya hago mis pinitos con la cerámica y que disfruto muchísimo de este hobby.
Me relaja enormemente, ahora todas las tardes me echo unas horitas con mi música favorita y me pongo manos a la obra. Es una gozada poder descubrir algo que te apasione de verdad y te haga ocuparte en algo por el simple hecho de querer hacerlo.
Aunque puedes contactar con ellos o con algún taller que se encuentre cerca de tu residencia voy a comentarte así de manera genérica como puedes fabricar tus piezas, así te haces una idea de cómo lo voy haciendo yo:
Lo primero que necesitamos para que se pueda diseñar una pieza cerámica que pueda fabricarse es tener una serie de información sobre el producto antes de realizar los bocetos. En mi caso, en la web tengo para cada paso un enlace en el que me dan más información sobre el proceso, con mucha información y una ficha donde dan una serie de pautas sobre el diseño y unas fichas secundarias para seleccionar la idea que más te guste o la que tenga en la cabeza.
Conocer el proceso indispensable
Cuando veo algo que me interesa me descargo esa ficha y las uso como inicio desde el que desarrollo mi idea. Vamos ahora con el proceso en sí:
- Debemos tener claro en nuestra cabeza cuál va a ser la función que queremos que tenga el producto que vamos a realizar. Esto mediante las fichas se ve más claro, pero sino las tienes es cuestión de darle vueltas a la cabeza que seguro que algo se te ocurre.
- Debemos definir el lugar donde queremos que nuestro producto desempeñe su función, algo que también depende de ti y de lo que busques en ese objeto. Saber el cómo y el dónde es enormemente útil, ayudándote a esforzarte más aún por el objetivo.
- Hay que seleccionar el tipo de material de cerámica que vas a usar. Todo depende de los dos puntos anteriores, tanto la función como el lugar donde queramos colocarlo hará que tenga que predominar un material cerámico u otro.
- Selección del sistema de producción. Aquí todo depende de cómo queramos hacerlo.
Espero que como yo encontréis un buen hobby, de verdad que es una gozada y se pasa el tiempo ¡volando!