Cualquiera es un buen momento para formarse en un oficio. Uno de los hábitos más saludables que jamás deberíamos perder los seres humanos es el de no parar de aprender cosas y formarnos para el futuro. No importan en este caso elementos como la edad, el tipo de trabajo que se desempeñe o el sexo. Nada ha sido nunca más importante que adquirir conocimientos para un amplio abanico de cuestiones en nuestra vida.
No obstante, hay veces en las que una formación adecuada puede ser la diferencia entre la normalidad y la desgracia más absoluta. Existen empleos en los que los trabajadores están expuestos a un peligro evidente y que por tanto requieren de una formación previa que sea minuciosa y que le haga entender al empleado qué medidas debe tomar para garantizar su seguridad.
Uno de esos empleos es el de albañil. Los datos reflejan un claro déficit en lo que a seguridad laboral se refiere en España. Puede sonar duro y chocante, pero es necesario que el lector lo sepa: en los primeros seis meses de este año, fallecieron un total de 300 empleados de la construcción en nuestro país, tal y como puede leerse en este artículo del diario El Mundo del mes de agosto.
Estas cifras demuestran que queda mucho por hacer y que sigue siendo necesario formar a los trabajadores para evitar este tipo de siniestros. No obstante, esto resultará inútil si al mismo tiempo las empresas de construcción nacionales no invierten en sistemas de seguridad fiables que conviertan a la profesión en algo bastante más seguro para todos aquellos que la practican.
Más que necesario, es imprescindible operar en ambos ámbitos para terminar de una vez con unas cifras de mortalidad tan arrolladoras. Es por eso por lo que las empresas españolas tienen que ponerse las pilas para evitar más desgracias. Formación más seguridad es la ecuación ideal para combatir estas situaciones y, para las dos cosas, confiar en Workprotec es la alternativa ideal. Su curso de trabajos en altura y sus sistemas de seguridad son la llave para terminar con la mortalidad en el sector de la construcción.
Un trabajador necesita saber cómo abrocharse un arnés y cómo debe moverse al estar sobre un andamio, entre otras muchas cosas. Todavía hay gente que no sabe reglas básicas como estas y que aun así sigue encontrando trabajo como albañil. Eso no se puede permitir sin que antes la persona pase por un curso de formación homologado y completo para que sepa cómo actuar mientras trabaja. Y dar con Workprotec a este respecto es una verdadera suerte.
Con estos cursos un empleado podrá adquirir un conocimiento mucho más completo acerca de cómo trabajar en altura, en suspensión o en espacios confinados además de adquirir nociones de inmensa utilidad en labores de rescate. Casi nada.
Mucho más que formación
Una entidad como de la que venimos hablando no sólo ofrece sus servicios para formar a futuros trabajadores en altura. El compromiso de Workprotec va mucho más allá al ofrecer a las empresas los sistemas de seguridad más fiables del mercado. No cabe duda de que en muchos lugares hace falta una renovación del material protector. Ésta es la mejor alternativa para hacerlo sin que sea en absoluto una inversión cara.
De hecho, y a pesar de que el presente artículo ha mencionado primordialmente al sector de la construcción, es necesario incidir en que estos sistemas de protección pueden ser válidos en otras muchas materias, como trabajos industriales, energía, infraestructuras o telecomunicaciones. Sea cual sea el empleo, será mucho más seguro con Workprotec.
Ya va siendo hora de poner fin a una lacra que arruina la vida de familias enteras. No hay derecho a que nadie muera (ni que le queden secuelas de por vida) a causa del trabajo. Garantizar la seguridad de los trabajadores actuales hará que las muertes que se han venido produciendo hasta la fecha no hayan sido en vano. Para ello, ya sabéis: formación más sistemas de seguridad.