Emprender con 40 años

Emprender con 40 años

Tener 40 años no tiene que significar estar acabado profesionalmente. Claro que es duro, pero no imposible. No me gusta ese discurso victimista, de que con esa edad nadie te quiere. Por esa misma razón los jóvenes podía tirar la toalla. Y eso es algo que nos molesta. Pues con 40 años tampoco se puede pensar así y hay muchas formas de salir adelante. Por eso decidí realizar un curso de mayorista de ropa. ¿Por qué? Pues porque había visto que empresas como HHG, tenían mucho éxito en sus ventas, y me pregunté ¿y por qué tú no puedes hacer lo mismo?

Está claro que es un sector complicado, pero por eso hay que prepararse. Uno de los peores casos es esa gente que se pone a montar cualquier empresa sin tener conocimiento. Es muy utilizable en este caso eso de que “cualquiera vale para montar un bar”, pues no señores, cualquier no vale. Al igual que tampoco cualquier vale para ser mayorista de ropa.

Lo primero que hice es acudir a la Cámara de Comercio de mi ciudad para preguntar si había ayudas para emprendedores. Por supuesto que había, ahora bien, hay que hacer bien de papeleos. Pero nadie dijo que esto fuera fácil. Ya se sabe que para conseguir una cosa hay que luchar por ella.

Posteriormente fui a la Confederación de Empresarios, allí me comentaron que existían unos cursos dirigidos a personas de 40 años que querían emprender. Eso me dio la base para conocer papeleos, y sobre todo para posicionarme en el mercado. Luego comencé con un curso más especializado en franquicias de ropas. La verdad es que tuve suerte porque era muy específico y enfocado al sector al que quería dirigirme. Allí me enseñaron muchas cosas que luego he sabido poner en marcha una vez que la empresa estaba en funcionamiento.

Buscar nicho de mercado

Por ejemplo, el trato con el proveedor, los papeles que tengo que realizar, la posibilidad de salir al extranjero, algo que las empresas españoles cada vez hacen más y que sirve de escape para la crisis, el análisis de la competencia, cómo y dónde anunciarme, la posibilidad de contratar a empleados, actividades de difusión, saber situarme en el mercado y buscar mi nicho. Como puedes comprobar un montón de aspectos que antes de comenzar no sabía. Después de cuatro duros meses de curso, de lunes a viernes por la mañana, con alguna sesión práctica los sábados, me vi preparados para afrontar mi reto. Fueron horas y horas de sacrificio que sabía que iba a tener mi recompensa.

En mi caso me he especializado en ser mayorista de ropa de mujer, y me he encargado de que HHG sea la empresa que me provenga de material. Me fío de ellos porque son una empresa de que trabaja desde 1985 y tiene cada temporada dos colecciones anuales de moda de mujer al por mayor, de máxima calidad y a precios muy ajustados para mayoristas que como yo se deciden a emprender.

Por eso, os animo a que no os fijéis en la edad que marca el DNI cuando queraís poner un negocio en marcha. Lo que hay que tener joven es el espíritu y las ganas de triunfar. Yo también tenía miedo por tener 40 años, pero en la vida hay que saber arriesgar. Lo hice y afortunadamente gané.

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