El dilema de los deberes y el estrés escolar

Actualmente hay un debate muy controvertido sobre la idea de mandar o no mandar deberes a los niños. Por un lado están los que opinan que llenar a los niños de actividades y deberes fuera del horario escolar lo único que consigue es estresar a los pequeños y angustiarlos de tal como que rinden menos en la escuela y les cuesta más estudiar, y luego hay otro grupo de expertos que aseguran que los deberes son los que fijan la información que han obtenido y los que verdaderamente ayudan  los niños a entender las cosas y a aprender.

Deberes sí, deberes no He ahí la cuestión. Ni Shakesperare lo habría dicho mejor ¿verdad? El problema es que muchas veces achacamos todo al tema de los deberes y puede que sea un factor pero no el único tema a tratar cuando hablamos de estrés. Los niños, a su manera, se ven sometidos a muchísimo estrés que  nosotros olvidamos al convertirnos en adultos. Desde el tema de la popularidad en la escuela pasando por los problemas de acosos escolar tan famosos ahora, por desgracia. En cualquier caso, bien hablemos de un niño o incluso de un estudiante universitario, yo siempre aconsejo hablar con un profesional, en teriapsi.com pueden ayudarnos a entender por qué nos pasan ciertas cosas y en el caso de los niños a veces es tan necesario como el respirar porque ni ellos mismos con capaces de comprender su cuerpo.

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Ahora bien, en ocasiones el problema es externo y viene incluso de parte de los padres del pequeño. A veces, un matrimonio que hace aguas puede pasarle el estrés y los problemas al niño sin que se den cuenta y al final el pequeño en la mochila carga mucho más que libros. Ahí, a veces, es casi mejor acudir a profesionales que entiendan de problemas matrimoniales e intentar dejar fuera a los hijos con la mayor brevedad posible. En ese caso yo recomiendo treapiadeparejabarcelona.es. No podemos permitir que los niños paguen los problemas de los adultos así que, bien sea para mejorar o para acabar con la relación, lo importante es atajar el camino cuanto antes y si es necesaria la ayuda de un profesional debemos buscarla. Sin vergüenza y sin problemas.

Lo que está claro es que debemos tratar de que nuestros hijos no sufran estrés ni depresiones que, aunque parece imposible, sufren hoy en día los niños. Tened en cuenta que por muy pequeño que pueda parecernos el problema ahora mismo, para ellos ese problema puede ser un mundo. No menosprecies el impacto que puede tener algo en ellos.

El tema de los deberes por ejemplo, que pare nosotros puede ser algo nimio, a ellos puede crearles ansiedad. Un niño responsable que no ha podido acabar sus deberes adquiere una presión y un estado de nerviosismo por el que no debería pasar un pequeño a esas edades tan tempranas, pero aun así pasan.

A veces deberíamos pensar más en deberes divertidos, familiares, descubridores de experiencias. Y no en esas actividades rutinarias que les mandan en la escuela, en ese hábito de pasar dos horas más sentados en el escritorio aprendiendo sumas y restas en lugar de salir a jugar y contar las piedras, por ejemplo. Aprendamos lo que son unos deberes sanos y los que no lo son.

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