Hay qué complicado está el mercado laboral. Pero además que complicado lo hacemos. Y es que el caso de mi sobrino Miguel Ángel es muy curioso. Ha pasado por la universidad, por Formación Profesional, y ahora finalmente está haciendo un curso para ser conductor de camiones. La verdad es que solo suyo es para escribir un libro. Ahora está ilusionado porque ha visto que Star Cargo, una empresa de transportes de Madrid, necesita gente y espera poder entrar allí. Ojalá lo consiga, aunque ya os digo que lo suyo es de traca.
Recuerdo como hace unos años tuvimos que ir al instituto toda la familia, (si como lo lees) para que la profesora le aprobara una única asignatura para que pudiera pasar a la universidad. Unas lágrimas de mi madre (su abuela) y Suficiente conseguido, con el sudor, bueno en este caso con las lágrimas de Magdalena.
Etapa universitaria
Yo le recomendé que visto su éxito en el instituto, lo aprobó todo llorando (y no es una frase hecha) que hiciera un módulo de FP, que ahora mismo tienen mucha salida. Pero no, él quería hacer una carrera. “Quiero ser el primer Martín en llegar a la Universidad”, gritó a los cuatro vientos. Y bueno, llegar, llegó. Pero no se mantuvo. Comenzó con ADE, ahí es nada, ya de darse el golpe, dárselo bien, supongo que pensó. Y por supuesto que se lo dio. Le quedaron casi todas, y por supuesto ni se presentó en septiembre.
Viendo el éxito, todos pensábamos que ya tomaría la vía del FP, pero no. Lo mejor estaba por llegar. Decidió estudiar Derecho. Es decir, no podía con ADE, pero se mete en una carrera, que es de aprenderse todas las leyes. Madre mía, con su memoria de pez. Me aposté con su madre a que le quedaban todas. Y bueno, no gané. Porque directamente ni se presentó a los exámenes. Antes de los exámenes de enero ya lo había dejado. A todo esto, mi hermana y mi cuñado pagando religiosamente cada aventura universitaria del niño.
Se pasa a la FP
Unos meses de relax para poner en orden las ideas. Y en verano nos volvió a sorprender. Ahora quería ser cocinero. Por fin conseguimos que se olvidara de su carrera universitaria, pero claro, nadie pensaba que ahora quería ser el Chicote 2. Un oficio tan sacrificado suele venir de raza, y ya os digo que lo único para lo que entraba a la cocina era para comerse lo que hacía su madre a cuatro manos. Por supuesto otro fracaso, ya que se negó a hacer prácticas, cuando todo el mundo sabe que para meter la cabeza en este sector, es esencial hacerlo.
Así que ahora ha decidido sacarse el carné de camionero. Otra cosa que nos sorprende porque nunca le ha gustado, pero parece que como ha visto a un amigo suyo que trabaja en Star Cargo, pues ha decidido emprender el mismo camino. Incluso va más allá y quiere especializarse en una de las acciones que mejor hace esta empresa, el transporte internacional de mascotas. Ya le estoy viendo llevando perros y pájaros por media Europa. Esperemos que le salga bien, pero ya os digo que viendo su currículum no me hago ilusiones. Por cierto, tiene 24 años y 0 días cotizados. En fin, qué se le va a hacer.