Hace años era impensable creer que el mundo de la gastronomía viviera este boom. En la época en la que los chef eran cocineros. Cuando no se cocinaba, sino que se guisaba. Y cuando los platos cuanto más grandes mejor. Sin embargo, con el paso del tiempo, los grandes chefs se han convertido en ídolos. Solo hay que ver cómo se les trata en los programas de televisión. Todo el mundo quiere aprender a cocinar. Así, en España los nombres de Arzak, Berasategui, Roca o Dabid Muñoz se han convertido en oro.
Afortunadamente este boom de la gastronomía ha servido para que haya muchas salidas profesionales. Ya no solo hay que pensar en el típico hombre que corta patatas en un bar de barrio para hacer la especialidad de la casa, que puede ser una tortilla. Esto tiene mucho mérito, pero ser cocinero es, ahora mismo, mucho más. Es sentir una profesión que es muy sacrificada, con muchas horas de trabajo, pero también muy gratificante. Como decía el chiste, vas a trabajar con lo que los demás son felices.
La carrera universitaria de cocina existe ya en algunos centros, y el perfil del estudiante ha cambiado respecto a años atrás. Antes era una profesión mucho más vocacional, ahora es una profesión de moda. Es cierto que algunos entran con mucha prisa, queriendo hacer esferificaciones desde el primer día. Pero es como si alguien te dice que quiere hacer integrales sin sumar y restar. Todo tiene que ir poco a poco.
La diversidad y la riqueza de las actividades vinculadas a los procesos culinarios y la gastronomía permiten al graduado trabajar, generar nuevas oportunidades de negocio y desarrollar funciones con diferentes grados de responsabilidad y autonomía en diferentes tipologías de organizaciones y empresas de distintos subsectores.
Jefe de un restaurante
Estudiar el Grado en Gestión Hotelera y Turística te permitirá convertirte en chef de un restaurante, o llegar a ser chef ejecutivo, es decir, hacerte cargo de la gestión y administración del restaurante. Con la especialidad en gastronomía y dirección de cocina también podrás liderar el departamento de I+D gastronómico en una cadena de restaurantes, por ejemplo; o bien trabajar como consultor en gastronomía y cocina o como asesor gastronómico.
Director/directora de alimentos y bebidas
Coordinar las diferentes áreas de un hotel relacionadas con la oferta de alimentos y bebidas (restaurante, cafetería, bar, almacén, bodega, catering, etc.) y diseña una estrategia común para su funcionamiento.
Director de cocina o jefe ejecutivo
Es el responsable de la gestión económica y financiera del establecimiento. Tendrá que definir la política de precios del establecimiento. Y contratar el personal del restaurante, se encarga de su formación y de la organización y supervisión de su trabajo.
Jefe/ jefa de operaciones de catering
En esta profesión tendrás que realizar de manera cualificada las funciones de dirección, planificación, organización y control del sector de su responsabilidad y las funciones de control y coordinación de los trabajos en pista con los del muelle y el resto del centro. Organizar, dirigir y coordinar el trabajo del personal a su cargo. Instruir y evaluar al personal a su cargo. Elaborar las programaciones diarias para su distribución, responsabilizándose de su cumplimiento. Y es que el catering es un negocio muy en auge. “En este tiempo el mundo de las celebraciones también ha crecido y se ha diversificado. Por eso, cocina unida a una gestión integral donde mil y un detalles cuentan para que cada evento sea una experiencia única y diferente”, nos cuentan desde la Frolita, empresa especializada en catering en Madrid.
Encargado de economato y bodega
En esta salida profesional, habrá que realizar de forma cualificada la dirección, control y supervisión del conjunto de tareas que se desarrollan en su departamento. Establecer las necesidades de mercancías y material de acuerdo con las demandas de las diferentes áreas de la empresa.
Formación, investigación e innovación en centros públicos y privados de I+D+I
Ahora mismo también son muchas las empresas que trabajan en I+D+I dentro de la gastronomía. De este modo habría que analizar los alimentos, hacer mezclas para poder avanzar. Por ejemplo se estudian casos de alergia o la posibilidad de elaborar productos más naturales.
Antes no había titulados universitarios en cocina y estoy seguro de que en los próximos 15 años se notará. Se abrirán nuevas disciplinas para que más cocineros puedan trabajar, y perfiles complementarios a los que ya existen hoy en día. Está claro que se viven días muy buenos para la gastronomía. Ahora bien, el sacrificio y el trabajo tienen que estar siempre presentes.