Los orientadores laborales opinan que dominar una segunda o tercera lengua extranjera multiplica las posibilidades de encontrar un buen trabajo. Por otro lado, el aprendizaje de idiomas es una fuente de conocimiento. Dentro de las lenguas que puedes aprender, el francés es una de las más sencillas e interesantes. Una lengua romance, derivada del latín, como el castellano, el catalán o el gallego, con una fuerte riqueza cultural.
En otros tiempos, el aprendizaje de francés estaba incorporado en los planes oficiales de estudio. Hoy, para estudiar francés tienes que acudir a una escuela de idiomas o participar en actividades especiales, para perfeccionarlo. Carmen, de 14 años, nos cuenta que acudió a un campamento de verano en la Costa Azul francesa, cerca de Marsella, organizado por Vilmi, una empresa que se dedica a gestionar viajes escolares y actividades lingüísticas en Francia. Aquella vivencia, aparte de representar una experiencia inolvidable, supuso un avance cualitativo en su dominio de la lengua francesa.
En los años 80, cuando existía la E.G.B., Educación General Básica, a los 11 años, a los estudiantes se les daba a escoger si querían estudiar inglés o francés. Muchos optaban por el francés porque pensaban que era un idioma más sencillo. Cuando llegaban a secundaria, todos estudiábamos inglés. Como consecuencia de todo aquello, algunos estudiantes con 17 años dominaban a nivel básico dos lenguas extranjeras: inglés y francés.
Hoy, el francés ha sido apartado de la educación de los colegios. Sin embargo, su estudio sigue siendo una opción interesante. Te queremos explicar por qué:
Aprendes una lengua que hablan 300 millones de personas.
El blog Diálogo remarca que existen en torno a 300 millones de franco-parlantes en todo el mundo. El francés es una de las lenguas más habladas en todo el planeta y la segunda más estudiada después del inglés.
El francés no solo se habla en Francia. Está presente en los 5 continentes. En unos países como lengua oficial y en otros con una fuerte presencia, debido a su numerosa población francófila.
En el mundo franco parlante encuentras países como Bélgica, Canadá, Luxemburgo, Senegal, Madagascar, La República Centroafricana, El Congo, las islas Seychelles y te puede resultar bastante útil para moverte por países del norte de áfrica como Marruecos y Argelia o por extensas zonas de Indochina.
Como vemos, el francés es una lengua bastante útil para conocer otras culturas, pero además, es considerado como el segundo idioma en la diplomacia, el tercero en los negocios y el cuarto más utilizado en internet.
Potencia el desarrollo cognitivo.
Estudiar idiomas contribuye a que seamos más inteligentes y más hábiles mentalmente. Para empezar, estudiar una lengua extranjera, como el francés, ejercita la memoria. Debes recordar vocabulario, reglas gramaticales y estructuras sintácticas que empleas en la práctica cuando hablas, lees o escuchas francés.
Al estudiar un idioma nuevo aumentas tu concentración. Tienes que poner tus sentidos en comprender lo que estás oyendo o leyendo y procesarlo mentalmente. En un principio resulta algo costoso, pero con el tiempo se convierte en un ejercicio natural que te dota de una mayor agudeza mental.
El estudio de lenguas extranjeras es un ejercicio mental completo. Al practicar estas lenguas ejercitas diferentes áreas del cerebro de manera simultánea. Por ejemplo, al mantener una conversación en francés activas la escucha y el habla. Dos procesos que tienen una mecánica diferente.
Hablar una lengua que no es nativa potencia tu pensamiento analítico y crítico. Debes interpretar el contexto de las frases, el significado sutil de las palabras y practicar una cierta empatía cultural que te obliga a comprender la forma de pensar de tu interlocutor.
Todas estas acciones repercuten de forma positiva en nuestras habilidades para el aprendizaje. Ayudándonos de forma significativa en el estudio de otras áreas de conocimiento.
Una lengua con una gran riqueza cultural.
Conocer francés es útil para moverte con soltura en determinadas áreas como la moda, la gastronomía, el arte. Disciplinas en las que Francia es un referente internacional y donde existen una gran cantidad de publicaciones sobre estos temas escritas en francés. Si tienes acceso a la fuente original, tendrás un conocimiento mayor que si esperas a que estos asuntos sean reinterpretados y traducidos al castellano.
Francia ha sido siempre una potencia cultural, con una fuerte influencia a escala internacional. Ha desarrollado manifestaciones culturales propias que han traspasado sus fronteras.
A mediados del siglo XIX en Francia se desarrolla el realismo. Una corriente artística, principalmente literaria, que se dedica a utilizar el arte para reflejar la realidad del momento y abordarla desde un enfoque crítico. Es cuando aparecen novelistas como Víctor Hugo, Balzac, Émile Zola. A finales de ese siglo surgirán en Francia los poetas malditos: Rimbaud, Baudelaire, Verlaine. Dejándonos en sus poemas algunas de las escenas más bellas de la historia de la literatura.
En cuanto a la pintura, París es la cuna del impresionismo. Con Monet, Manet, Renoir, Cézanne; y más tarde con Gauguin, Toulouse-Lautrec y Vincent Van Gogh (que, aunque era holandés, desarrolló la mayor parte de su carrera en Francia.)
París será el escenario principal en el que se desarrollen las vanguardias. Un ejemplo de ello es el nacimiento de surrealismo. Un grupo internacional de artistas, entre los que se encontraba Salvador Dalí, Joan Miró, Max Ernst y Leonora Carrintong, con Andreu Bretón a la cabeza, que irradiaron su planteamiento cultural desde París al resto del mundo. Conocer francés contribuye a empaparte más y mejor de toda esta cultura.
Es importante para estudiar o viajar a Francia.
París es el segundo destino turístico más visitado de Europa. Considerada por muchos como la ciudad del amor, personas de todo el mundo ven París como una ciudad que les gustaría visitar al menos una vez en la vida. Pasear por la ribera del Sena, caminar por los Campos Elíseos, subir a la Torre Eiffel, hacerse una foto bajo el Arco del Triunfo, contemplar por dentro y por fuera Notre-Dame, tomarse un café en una de sus emblemáticas terrazas. Para visitar París no es indispensable saber francés, pero sí muy recomendable.
Otra cosa es ir a estudiar a Francia. Francia tiene uno de los sistemas educativos más prestigiosos de Europa. Principalmente en lo que se refiere a la formación universitaria. Formaciones como diseño de moda o alta cocina son un punto de referencia en todo el mundo. Todo esto sin contar con el prestigio profesional que aporta haber estudiado economía o derecho internacional en la Sorbona de París.
Según indica la página web Campus France para estudiar en una universidad francesa es indispensable tener el nivel B-2 de francés, acreditado por la Escuela Oficial de Idiomas. Esto significa que el estudiante debe poseer un nivel medio avanzado en esta lengua. Para carreras de humanidades y ciencias sociales se exige tener el título C-1, es decir, un nivel avanzado de francés.
Conocer el idioma de nuestro vecino del norte.
Aunque las relaciones con Francia no hayan sido especialmente amistosas durante toda nuestra historia y el país francés nos despierte simpatías diversas, hay quienes adoran Francia y la ven como un ejemplo a seguir, mientras otros la rechazan y llaman a los franceses gabachos, lo cierto es que no podemos obviar que Francia, junto a Portugal, son nuestros vecinos europeos. Los países con los que compartimos frontera.
Esto tiene sus repercusiones sobre España. Después de los británicos y los alemanes, los franceses son los turistas extranjeros que más visitan nuestro país. Euskadi, Canarias y Madrid son las comunidades autónomas que los turistas franceses más mencionan cuando se les preguntan dónde quieren realizar sus vacaciones.
Las relaciones entre algunas regiones del norte de España y del sur de Francia son especialmente estrechas. Es por ejemplo el caso del País Vasco. Separados por el río Bidasoa, Euskadi está dividida entre dos estados. Iparralde es el País Vasco francés.
En la comarca leridana del Valle de Arán, pegado a los Pirineos, el destino de emigración tradicional entre los habitantes de estas tierras de montaña ha sido siempre Toulouse, en el sur de Francia, y no ciudades como Barcelona.
Aumenta las posibilidades de encontrar un buen trabajo.
En una época en la que tener un buen nivel de inglés se considera un conocimiento básico, casi como tener conocimientos de informática a nivel de usuario, las empresas valoran especialmente a los candidatos que dominan una segunda o tercera lengua extranjera.
En sectores como el turismo, los servicios aeronáuticos o el comercio internacional, el conocimiento de idiomas es especialmente apreciado.
Algunos puestos de trabajo como recepcionista de hotel, responsable de recursos humanos, servicios de atención al cliente, operador de comercio internacional, administrativo en empresas de transporte, abogado internacional, etc. exigen el conocimiento del francés como condición para acceder al puesto de trabajo. Obteniendo, como es lógico, una retribución mayor que si no se conoce este idioma.
España tiene unas relaciones comerciales fluidas con Francia. Esto hace que el conocimiento del francés sea bastante demandado por algunas empresas. Como una habilidad añadida a la formación propia del trabajo que se va a desempeñar.
Aunque el francés no tiene la relevancia que pueda tener el inglés, a día de hoy, sigue siendo un idioma que vale la pena estudiar.